Tlaxcala y Sinaloa son entidades a las que todo México tendrá en la sobre mesa a partir de hoy y hasta el próximo 9 de agosto, fecha en la que ambos territorios podrían ganar aún más notoriedad si es que Marco Alonso Verde, pugilista seleccionado nacional, logra el oro olímpico.
No se puede exigir más, lo hecho hasta hoy es inconmensurable por parte del boxeador oriundo de Los Mochis, Sinaloa y por el entrenador del combinado mexicano, nuestro paisano Abel Vargas Valencia nacido en Zacatelco, Tlaxcala.
Sin embargo ésta larga sequia de oro en el pugilismo internacional vino a abrir varias heridas, no solo para el deporte mexicano a nivel de sus autoridades, también a las empresas que hoy en día son exigidas para apoyar a los atletas, pero quizá no han sido debidamente “capitalizadas” como para ser exigidas.
La presencia de Abel Vargas Valencia en los Juegos Olímpicos de Francia 2024 no es producto de una planeación en el deporte local a corto o largo plazo, de hecho él fue despedido en el último gobierno priista y al llegar la 4T nada mejoró.
Para Abel es lo mismo uno que otro, sin embargo ha mostrado disposición para regresar y junto con Daniel Moncayo planificar los próximos 3 años para iniciar un semillero deportivo que redunde en jóvenes que se proyecten al siguiente ciclo olímpico.
pero para poder tener deportistas de nivel se requieren instalaciones (que ya se están haciendo) y ahora resta el patrocinio de marcas locales, nacionales o internacionales que se quieran sumar a los gastos que el deporte de alto rendimiento conlleva. La gloria olímpica no es barata.
La idea de ambos no choca, sino por el contrario, se complementa pues ellos insisten y coinciden en invertir, proyectar, e impulsar a los deportes que nuestra complexión física favorezca, aunado a la altura SNM a la que nos encontramos y una buena estrategia, con estos factores se podrían tener hasta 3 medallas por disciplina, en deportes como box, ciclismo, Tiro con Arco y atletismo, por mencionar algunos.
Eso no significa que se abandone a los deportes de conjunto que han dado proyección nacional a Tlaxcala como el Hockey, pero en una entidad donde el dinero destinado al deporte es a cuenta gotas, no se puede permitir el uso discriminado para atender caprichos o afectos. El deporte se mide en resultados y con base en ellos se puede y debe exigir.
Pero en este evento deportivo, considerado el más importante del mundo, también ha destacado una empresa tlaxcalteca enfocada a la manufactura de equipo especializado para deportes de contacto.
Se llama Fire Sports y sus oficinas y bodega se encuentran en Xiloxoxtla, a no más de 30 minutos de la capital tlaxcalteca.
Y ha sido la empresa fundada por Luis Antonio Herrera Pérez la que ha detonado una serie de preguntas que difícilmente podrán contestarse: ¿cuántas empresas tlaxcaltecas han estado en un evento similar?, ¿si están en Juegos Olímpicos, por qué no vemos ese mismo uniforme en eventos locales o nacionales para equipos tlaxcaltecas?, ¿empresas como Fire Sports son impulsadas desde el estado, reciben estímulos fiscales, son proveedores de gobierno, cómo se les apoya?
Y es que la Iniciativa Privada tiene un papel prioritario para el desarrollo local, brinda empleos directos e indirectos para tlaxcaltecas, pero sobre todo significarían una palanca de apoyo para el gobierno del estado.
¿Qué empresa beneficiaría de la contratación de productos o servicios gubernamentales podría negarse a becar o apoyar a deportistas que participen en evento internacionales, nacionales o regionales?
Empero, si los empresarios contratados para la obra pública, venta de insumos, papelería, consumibles, alimentos y otros giros, no son de Tlaxcala, ¿qué tipo de obligación moral tienen con los atletas, artesanos y con el desarrollo local en general?. Ninguno, así de fácil se lo respondo.
La iniciativa privada es generosa con los atletas en el plano nacional porque al final acaban inyectando una cantidad millonaria a becas, estímulos y premios, siempre y cuando puedan deducir esos “apoyos”. Claro que se vale, finalmente es su dinero y pueden destinarlo a lo que ellos decidan, o gastarlo con quien así les plazca.
Sin embargo personas como Carlos Slim dan la muestra, pone el ejemplo y optan por regresar un poco del capital que los mexicanos le ayudamos a tener en sus cuentas bancarias, pero ¿cuántos en Tlaxcala podrían hacer lo mismo?
¿Cuántos en Tlaxcala reciben los millones que el gobierno federal destina a las empresas de Slim? ¿cuántas empresas en Tlaxcala son contempladas para generar sinergia en la entidad para devolver un poco a la misma entidad?
En Tlaxcala Fire Sports difícilmente recibiría algún contrato porque se privilegia lo político por encima de la calidad del producto, y con su uniforme en Francia nos dice que al menos él si cumple con esos estándares.
Mientras el dinero de Tlaxcala se siga yendo para un equipo de futbol que lo único de “Coyote” es por las tranzas que hacen con los traspasos y sueldos de los jugadores, o se siga destinando el recurso de Tlaxcala para compras a sobreprecio de aparatos transmisores de radio, o se entregue en forma de tinacos con costos superiores a los 3 mil 500 pesos, no habrá dinero que alcance para algo de beneficio colectivo, mucho menos para el ámbito deportivo.
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@martin_rodriguez.com El próximo 9 de agosto #Tlaxcala y #Sinaloa podrían dar una medalla de oro para #México en #juegosolimpicos
