Se llamaba Alina y apenas tenía 16 años. Sus familiares la reportaron como desaparecida desde el 21 de este mes, aunque no tenían noticias de ella desde el 18.
El domingo encontraron su cuerpo, atado de pies y manos. Lo habían abandonado en unos terrenos de labor, cerca del fraccionamiento Arcos Altos, en la comunidad de Popocatla, en Ixtacuixtla.
El o los asesinos también abusaron física y sexualmente de ella. De tajo, cortaron los sueños de esta jovencita, estudiante del Colegio de Bachilleres.
El feminicidio de Alina es un trágico recordatorio de la violencia de género que día a día se cobra la vida de numerosas mujeres.
Este caso no solo conmociona por la brutalidad del acto, sino también por la juventud de la víctima y el impacto devastador en su comunidad.
La muerte de esta joven no puede ni debe quedar impune. No debe ser un número más de las estadísticas del horror. No se puede normalizar el domingo sangriento que se vivió este fin de semana.
El feminicidio de Alina también obliga a reflexionar sobre la perpetuación de la violencia de género. La normalización de actitudes machistas y la falta de empatía hacia las víctimas son factores que contribuyen a que estos crímenes sigan ocurriendo.
Es crucial el compromiso colectivo para erradicar estas conductas y a fomentar una cultura de respeto y equidad.
En memoria de Alina y de todas las mujeres que han perdido la vida a causa de la violencia de género, se deben redoblar esfuerzos para erradicar la violencia machista. La lucha contra el feminicidio es una responsabilidad compartida, que atañe a todos.
La violencia de género es una problemática que afecta a todos los niveles de la sociedad y que requiere una respuesta contundente y coordinada.
Es imperativo que las autoridades actúen con rapidez y eficacia para llevar a los responsables ante la justicia y prevenir futuros casos.
Sin embargo, la justicia no solo debe ser punitiva; también debe ser preventiva. Esto implica la implementación de políticas públicas que promuevan la igualdad de género, la educación en valores desde temprana edad y el fortalecimiento de las redes de apoyo para las víctimas.
Muchos, pero muchos pendientes siguen acumulándose en el despacho de la flamante Fiscalía, que sigue sin dar las respuestas que exige el grave deterioro de la procuración de justicia en el país.
@martin_rodriguez.com
Las tres de ley… 1- La llegada de Antonio Aquiahuatl Sánchez al grupo de comentaristas de este portal tiene una doble finalidad, por un lado acabar con las dudas que surgen en el plano juridico y la segunda, abordar temas como el dedicado a esta columna.
2- La presentación del libro dedicado a Emilio Sánchez Piedras realizado hace dos días en el Teatro Xicohténcatl, es el recordatorio de las prioridades de una administración. El tributo a la figura de una persona, sin importar que el presente y futuro de la entidad que algún día gobernó, se torne nublado o rojo, no deja espacio a dudas.
3- Los comentarios de Aquiahuatl Sánchez no deben echarse en saco roto, para quienes exigÍamos la transición de Procuraduría a Fiscalía nos faltó agregar que ésta se hiciera con orden, planeación y sin afectar la paga de los trabajadores. Detalles mínimos dirán en la FGJE.
Contáctame en [email protected] y también en [email protected] y recuerde que nuestras nuevas redes sociales son
https://www.youtube.com/@innombrable_mr
