Si el diputado Fabricio Mena Rodríguez llega a la Secretaría de Turismo ¿sería por la cercanía que el todavía legislador tiene con Josefina Rodríguez Zamora, o por reconocimiento de la titular del ejecutivo en atención a su “ardua labor” como legislador a favor del sector turístico en la entidad?
La verdad es que no hay argumentos suficientes para impulsar al cuñado incómodo, que viene de ser el hermano incómodo, no olvide usted que hace más de tres años el ex administrador del congreso del estado y amo de llaves de Joaquín Cisneros se convirtió en el todo poderoso hombre detrás de Marco Antonio Mena.
Cuentan algunos trabajadores -que todavía se mantienen en la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Tlaxcala- que Alejandra Nande Islas, ex titular de esa oficina, no acordaba ni autorizaba un solo peso si no se hablaba primero con Fabricio, que no con Marco. Algunas de esas reuniones se realizaron en el salón de belleza que Nande islas visitaba diariamente, ubicado a un costado de la hoy Secretaría de Infraestructura.
Pero más allá de la posibilidad del diputado Fabricio a Turismo tendríamos que ver el por qué de su llegada. En honor a la verdad Fabricio Mena -en su calidad de presidente de la Comisión de Turismo de esta legislatura- fue de los pocos “levantadedos” con los que Josefina Rodríguez Zamora -próxima secretaría de Turismo Federal- mantuvo una relación de respeto y cercanía en su cargo como responsable del turismo en Tlaxcala.
Y por más que haya diplomacia y respeto de parte de “Jose” hacía algunos miembros de este gobierno, el hecho real es que hace mucho que ella se había percatado de la manera en la que se desestimaba en el gabinete, los primeros meses con enemigos gratuitos como Sergio González Hernández y Angélica Domínguez Hernández.
El primero fungía como Secretario de Gobierno y la segunda como vocera del gobierno estatal. Meses después, ya con los cambios y modificaciones en el organigrama la segunda llegaría a la Coordinación de Radio Cine y Televisión (CORACyT) para indicar que, a la secretaria de Turismo – su compañera de gabinete- ni entrevistas, ni menciones, ni segundos de la imagen de Zamora Rodríguez en pantalla. ¡¡Para Josefina, nada!!.
Lo mismo ocurría en el congreso local, incluida y por delante la titular de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCyCP), Marcela González Castillo, que no solo le ponía el pie, sino que la propuso por dos años consecutivos para servir como “carne de cañón” en la glosa del informe.
La idea era “exhibir” a la funcionaria, usarla para que por su “juventud” e “inexperiencia” en el sector público pudiera servir de distracción para atraer los golpes mediáticos, en lugar de que esos agravios fueran en contra de funcionarios y secretarios “amigos”.
El primer año de su comparecencia a nadie le sorprendió ver el nombre de Josefina Rodríguez Zamora en la glosa del informe… pero que doce meses después, para la segunda exposición de funcionarios ante miembros del congreso estatal haya sido Marcela quien haya propuesto a la misma funcionaria, fue la confirmación de una disputa personal. Cuando los funcionarios se enteraron más de uno cuestionó a la titular de turismo ¿pues qué hiciste?.
Si con estos antecedentes era improbable, que no imposible, la llegada de Marcela González Castillo a turismo del estado, es por estos mismos detalles que se abre la posibilidad para que Fabricio Mena Rodríguez ocupe el cargo que en unos días dejará la nueva funcionaria federal. Dudo que el incomodo se niegue a tal incitación o posibilidad, él mejor que nadie sabe que esa secretaría tiene buenos antecedentes para sus ocupantes… a uno le dio hasta gubernatura, aunque su protector y patrocinador se haya dicho arrepentido.
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