Ángelo Gutiérrez ya manejaba al Partido Acción Nacional (PAN) desde hace mucho, pero solo que ahora puede presumirlo y eso le llena. No es lo mismo ser la mano que mece la cuna a ser el dueño y amo, con todo y nombramiento.
Por eso el evento de este fin de semana le significaba un monumento a su ego y le fue echado a perder por el “tráfico”, ya que de acuerdo con la logística del PAN, ese fue el motivo por el que Jorge Romero Herrera (líder del cártel inmobiliario en CDMX) no pudo llegar al evento realizado para restregar su poder al panismo que queda y sobrevive en Tlaxcala.
Pero el evento no deslució ya que afortunadamente llegó el ex fugitivo Ricardo Anaya, actual senador de la República y ex candidato presidencial que, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, prefirió ocultarse en Estados Unidos.
Ya ve que el joven con rasgos dignos de un robot Tesla era señalado de corrupción en el manejo de los recursos para lograr las grandes “reformas estructurales” que entregaron la soberanía energética a los extranjeros.
Y no solo Anaya llegó, también estuvo en el acto el panista más encumbrado en Tlaxcala, el ex gobernador Héctor Israel Ortiz Ortiz que se fundió en un abrazo con el senador Anaya en cuanto se encontraron en los accesos al recinto.
Al final hay que reconocer que si el partido azul tuvo oportunidad de gobernar la entidad fue gracias al estratega y político que es Héctor Israel Ortiz Ortiz que junto con el PCDT, PJS, PT y el mismo Acción Nacional logró quedarse con una entidad en donde nadie se imaginaba a gobernante alguno que no fuera heredero de los “mohicanos”. Él rompió esa línea y se incrustó por delante del ganadero Mariano González Zarur, que nunca perdonó ese arrebato.
Antes de Ortiz Ortiz ningún panista acarició el sueño de gobernar la entidad que en 1998 vio la llegada de la alternancia política a través de Alfonso Sánchez Anaya (PRD) y por eso el ex rector de la UAT es sin duda, para el panismo, su mayor referente en Tlaxcala por delante de los verdaderos fundadores.
Esos 146 mil 864 votos a favor (el 34.9 por ciento del total de los sufragios), contra los 142 mil 964 votos, (el 33.9 por ciento de los votos) son todos y cada uno de HIOO y su astucia política. Aunque al Pan le gusta engañarse diciendo que fue su momento de gloria y la gran operación de una estructura y un trabajo político inexistente de Acción Nacional.
El recibimiento de este domingo a Ricardo Anaya, que en verdad era para Jorge Romero, debió ser siempre para Héctor Ortiz, el hombre que puso en el mapa electoral al débil, intrascendente, insignificante e incipiente partido que hoy administra, porque así lo quiso Palacio de Gobierno, el ex presidente municipal de Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez Hernández.
Lo que suceda de aquí al 2027 ya está pactado. Así como la aprobación de sus cuentas públicas, así como la votación del PAN en la máxima tribuna de Tlaxcala. Todo lo que ocurra en y por Acción Nacional es parte de un plan y de un acuerdo político, que no de un liderazgo natural.
@martin_rodriguez.com Dos #informes del #tercerinforme de lorenacuellarcisneros. #Mirreyes vs #Godinez en #tlaxcala
TERCER INFORME… en dos pasos
La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros rindió 2 informes, el primero en el Centro Cultural Universitario, al que acudió la crema y nata de la sociedad tlaxcalteca; el segundo en Apizaco, que fue dirigido al pueblo. Personalmente no entiendo por qué la duplicidad de gastos.
Aunque el mensaje fue el mismo, las circunstancias fueron distintas; el viernes, el evento se llevó a cabo en un lugar cerrado, cómodo para los invitados, exgobernadores de Tlaxcala, mandatarios de otras entidades, funcionarios federales y estatales, diputados locales y hasta Ana Gabriela Guevara (que se vio poco feliz), todos de pipa y guante llegaron puntualmente a la cita.
El sábado, la Plaza de toros “Rodolfo Rodríguez, el Pana” fue la sede, un lugar abierto, en el que los rayos del sol calaron a todos, a todos aquellos que llegaron por medios propios o en tumultos que bajaban de vehículos o autobuses.
Imagino que el acto fue así calculado para evitar el desbordamiento de las pasiones, porque probablemente un Estadio Tlahuicole hubiera sido insuficiente para albergar a todos los fieles seguidores del morenismo en Tlaxcala.
Al final tanto la nobleza como la chairiza -como dicen los opositores a la 4T- escuchó lo mismo y padeció igual, los primeros porque son expuestos como copartícipes de una estructura rumbo al 2027 en donde no caben las ideas personales ni los sentimientos propios.
No crea usted que el acto en la UAT no forma parte de un mensaje donde todos entiendan o interpreten la sede del evento, como la confirmación de la complicidad o amistad entre dos grupos políticos rumbo a la sucesión.
La chairiza, aunque no se percata, es parte de lo mismo pero sin asientos VIP y expuestos al sol. Hermoso cuadro el de los Mirreyes vs Godínez.
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