La comparecencia del secretario de educación pública, Homero Meneses Hernández, ante las diputadas y diputados integrantes de la LXIV Legislatura, desnudó el verdadero estado en el que se encuentra el sector educativo de Tlaxcala.
Más allá de las adulaciones y agradecimientos mutuos que inundaron el recinto legislativo, tanto Homero Meneses como los representantes populares deben estar preocupados y ocupados en atender los enormes retos que tienen enfrente y que el propio funcionario estatal presentó a detalle ayer sin empacho alguno.
Al parecer el hecho de saber que la comparecencia estaba “planchada” y que no tendría que enfrentar los cuestionamientos de la endeble oposición encabezada por el perredista Juan Manuel Cambrón Soria y la priista Blanca Águila Lima -quienes no estuvieron presentes en la comparecencia-, llevó a un confiado Homero a revelar la realidad de la educación en el estado.
La actitud del secretario de Educación Pública, quien llegó acompañado de un grupo de funcionarios y representantes sindicales del magisterio, mostraba que, lo que menos le importaba era rendir cuentas ante el legislativo; es más, en la víspera de su comparecencia declaró a compañeros de los medios de comunicación que estaba “confiado” en salir bien librado.
Tan preparada estaba su “reunión” con los legisladores que Homero Meneses se dio tiempo de asegurarse que apareciera en primer plano en la transmisión de YouTube su termo con la imagen del maestro rural y guerrillero Lucio Cabañas para presumir su espíritu rebelde de antaño y con dedicatoria especial a quienes han cuestionado su incongruencia y cambio radical en sus ideales.
Así, con la tranquilidad de saber que no iba ser cuestionado, Homero utilizó los veinte minutos que establecía el formato de su comparecencia para soltar datos duros reveladores, como el “honroso” lugar 29 que ocupa el estado a nivel nacional en cobertura en educación superior al atender solo al 23.6 por ciento del total de tlaxcaltecas en edad de estudiar este nivel.
En materia de infraestructura el caso es aún más grave, pues el funcionario estatal reconoció el enorme reto que representa pues no hay condiciones para la atención de alumnos con discapacidad y declaró que en planteles que atienden a este sector de la población solo se hacen reparaciones emergentes y temporales que incluso están fuera de la norma.
Además, reveló el déficit en aulas de educación preescolar, ya que dijo, solo en 96 instituciones de las 400 que existen de este nivel en el estado hay salones para alumnos de primer año.
En el tema de la seguridad y robo de equipo en las instituciones educativas, Homero Meneses dio a conocer que el problema es serio ya que de las más de mil 300 escuelas públicas en el estado solo el 10 por ciento cuenta con inventarios completos lo que dificulta conocer a detalle el inmobiliario y equipamiento que tiene cada plantel. ¿Se dio cuenta un año y 7 meses después?
La situación es tal, que la SEPE-USET ha presentado 100 denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por diversos hechos entre ellos el robo de equipo.
Tal vez el único intento real de cuestionar a Homero Meneses vino de parte del panista José Gilberto Temoltzin quien le exigió claridad y congruencia en torno al uniforme único que recientemente presentó el Gobierno del Estado, y a que la Ley de Uniformes escolares gratuitos para alumnas y alumnos de educación básica del estado de Tlaxcala establece el derecho a recibir estas prendas gratuitamente y de acuerdo con declaraciones del propio funcionario las familias tendrían que desembolsar entre 500 y 600 pesos por el uniforme.
Ante la pregunta, el titular de la SEPE-USET se contradijo y señaló que no existen elementos para definir un precio y por el hecho de ser un diseño universal la dependencia espera que el precio del uniforme baje. Puros buenos deseos.
En su tibia respuesta se deslindó del gasto que representa comprar dos o tres uniformes por familia, al asegurar que eso dependerá de la organización de cada hogar y para evitar esto pueden lavarlo diario “como nosotros le hacíamos”.
Con el papelón de Homero Meneses en el Congreso del Estado que incluyó – al fiel estilo priista- la instrucción para todo el personal de la dependencia de comentar en “positivo” y reaccionar en la transmisión de la comparecencia del secretario para acallar las voces críticas concluyó el hecho “inédito e histórico para Tlaxcala” (definido así por las propias diputadas y diputados de la LXIV Legislatura) que llevó a los secretarios del gobierno de Lorena Cuéllar a “rendir cuentas” frente al Poder Legislativo.
Lo que se pregonó como un ejercicio democrático que abonaría a la transparencia en la entidad terminó por convertirse en una pasarela de funcionarios que acudieron al órgano legislativo para presumir sus logros y replicar el discurso institucional de la 4T.
Esperemos que con toda la información que ahora tienen los legisladores locales existan propuestas y acciones que resuelvan de fondo los retos que enfrentan las diversas áreas de la administración pública, es necesario que tanto funcionarios como diputadas y diputados dejen de lado la cómoda complicidad y empiecen a articular esfuerzos para atender las demandas de la población.
Porque de no ser así, este ejercicio que terminó en simulación, si se repite nuevamente en un año, los datos duros que presenten los secretarios pueden ser demoledores.
Las tres de ley 1.- Otro tema que tampoco se abordó en la comparecencia de Homero Meneses, y que pronto saldrá a la luz, es la red de corrupción que se tejió al interior de la SEPE-USET en 2021 en el ocaso del mandato de Marco Antonio Mena Rodríguez y que propició el pago millonario a consultores externos que irónicamente se contrataron para prevenir y atender observaciones en el gasto público por parte del Órgano de Fiscalización Superior (OFS).
2.- El caso revelaría una complicidad entre ex funcionarios y ex secretarios del ramo, incluido el propio Homero Meneses Hernández, que permitieron a una empresa particular hacerse de contratos por más de 11 millones de pesos en febrero de 2021 y de más de 6 millones de abril a agosto del mismo año, además de que los documentos en poder de su servidor demostrarían que las asesorías y consultorías nunca se realizaron, ya que a la fecha hay observaciones de 2016 que no han sido solventadas.
Incluso el OFS define estos pagos como improcedentes, ya que la empresa contratada buscaría sustituir las funciones de la Dirección General y de Administración y Finanzas de la dependencia. Es lavado de dinero, a secas.
3.- El escándalo alcanzaría a funcionarios de primer nivel del ex gobernador Marco Mena Rodríguez ya que la consultora que obtuvo jugosos contratos de manera directa estaría vinculada con Fabricio Mena Rodríguez, actual diputado y hermano del ex mandatario, así como gente cercana a la que fuera su secretaria de Finanzas, Alejandra Nande Islas. ¿Homero es inocente, victima o complice?