Un espejismo tremens brotó de La Plaza México con las huracanadas embestidas de Hechicero herrado con el hierro de Las Huertas.
La bravura no es disparo, no es oleaje, ni ruido por ruido, sino todo lo contrario; embestir desde la fijeza y por abajo, no desde el movimiento sin profundidad. Priorizar eventos para el acercamiento del aficionado nuevo, sin el lógico acompañamiento que debe llevar cultivar su nobel afición tiene como consecuencia lo inaudito que resultó la petición de indulto de la mayoría de la plaza; otra consecuencia puede venir de tener tatuados la sosedad en la cabaña brava mexicana: cualquier emotividad es una Fata Morgana de bravura. Ojo, pero la corrida fue en su conjunto interesante de verdad; memorable, sobre todo, el quinto desapercibido por lo insípido de su matador e inclusive el fondo del cierra plaza.
Hechicero hizo de las suyas y hechizo a los poco orientados. Desde salida su imponente presencia aunada al tumbo del jamelgo cautivó a la pobre entrada. Con la muleta encontró a Ernesto Javier Tapia “El Calita” muy puesto en su oficio, pero muy desgastado en sus maneras poco afinadas. Le pudo. Claro. Sus pecados vendrán de la mano de dejarse crudo al animal, cuestión que potenció la toma de postura de los aficionados en favor el bravucón burel. Transmitió mucho el criado por Rodrigo Barroso; nunca salió de la muleta y nunca embistió por abajo y de verdad; por el derecho se movió, mucho; por el izquierdo en la única prueba apostada por su lidiador le soltó la cabeza al pecho. Se indultó cuando con colmillo pachanguero Ernesto apretara a la gente en contra del juez que no aguantó.
Su segundo, cierra plaza, en los primeros tercios sintió la incertidumbre entre su cuadrilla y se hizo amo y señor del redondel. Finalmente, en el tercio final demostró su fondo y embistió de categoría solamente por el pitón derecho. Su matador se vació con sus maneras y toques particularmente afectados y que no generarán eco en el recuerdo. Le entró a matar por derecho e incluso le achuchó. Pero no cayó y todo quedó en silencio.
José Mauricio se dejó en blanco al toro de la tarde. “Aguacero”, por sus hechuras y condiciones, habrá renegado de su suerte: su lidiador y la autoridad capaz de premiar todo, menos lo bueno de verdad; el torero estuvo escondido toda la tarde en sus tibias maneras.
Andy Cartagena, paseó una oreja y su lote fue destacado.
6 TOROS DE LAS HUERTAS: muy bien presentados; con casta, poder y mucho interés en su generalidad; todos de pelea completa en varas; de los cuales sobresalieron el 3° por su transmisión mismo que fue indultado, el 5° por su fondo y clase, y el 6° también por el fondo. 1° ‘Gallego’ para rejones, con 523 kilos, negro listón delantero (palmas); 2° ‘Gordo’, con 527 kilos, negro bragado bien puesto (palmas); 3° ‘Hechicero’, con 514 kilos, negro bien puesto (ovación tras ser indultado); 4° ‘Nublado’, con 483 kilos, burraco delantero (palmas); 5° ‘Aguacero’, con 485 kilos, burraco delantero (palmas); 6° ‘Barba Blanca’, con 534 kilos, negro bragado bien puesto (palmas).
Andy Cartagena; vestido a la usanza andaluza: oreja y palmas.
José Mauricio; de vino burdeos y oro: saludos en el tercio y silencio.
Ernesto Javier Tapia “El Calita”; de azul noche y plata: vuelta tras indulto y silencio tras dos avisos.
INCIDENCIAS:
•El toro “Hechicero” herrado con el 119 fue indultado. Salió a hombros el ganadero Rodrigo Barroso y “El Calita”.
•Héctor García saludó en los tercios luego después de banderillear al segundo de la tarde.
•José Mauricio fue atendido en los servicios médicos luego de una fuerte voltereta en el segundo de la tarde.
•El subalterno Apolinar Mendoza se cortó la coleta tras la lidia y muerte del cuarto de la tarde.
FATA MORGANA
La poderosa corrida de Las Huertas se come de un bocado por la tarde.
