El sistema metepantle, practicado por comunidades campesinas de Tlaxcala, recibió reconocimiento internacional como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la FAO, posicionando al estado como un referente de producción sostenible y conservación de la tradición agrícola.
Esta técnica ancestral permite conservar suelos, regular la captación de agua y proteger más de 140 especies nativas, incluyendo razas locales de maíz y frijol. Además, asegura la producción en zonas de ladera y temporal, fortaleciendo la seguridad alimentaria de las comunidades campesinas.
“No se trata solo de sembrar, sino de proteger la relación de las comunidades con la tierra. Tlaxcala demuestra que su conocimiento milenario tiene vigencia y valor”, afirmó Julio Berdegué Sacristán, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
El director general de la FAO, Qu Dongyu, resaltó la importancia del reconocimiento:
“Si pueden tener agua, pueden tener futuro. Ustedes apoyan a la FAO y la FAO los apoya a ustedes”, subrayando cómo sistemas como el metepantle fortalecen la resiliencia ante el cambio climático y la seguridad alimentaria.
Por su parte la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros destacó que su administración ha implementado un programa integral para fortalecer el campo, que incluye la rehabilitación de suelos, la construcción y restauración de más de 800 jagüeyes para captar agua de lluvia, la entrega de plantas de maguey y semillas nativas y la capacitación técnica de productores.
“Nuestro objetivo es que las familias campesinas permanezcan en sus tierras, que los jóvenes se vinculen con la agricultura y que la producción respete la tierra y nuestra historia”, afirmó.
Productores presentes coincidieron en que este reconocimiento dignifica la sabiduría campesina y refuerza el compromiso de transmitir el conocimiento agrícola a nuevas generaciones. Las autoridades aseguraron que continuarán respaldando a los campesinos con programas que integren tecnología, capacitación y cuidado del entorno, sin perder la identidad cultural.
Con este reconocimiento, Tlaxcala se consolida como un referente de agricultura sostenible, conservación ambiental y permanencia rural, demostrando que la tradición y la innovación pueden combinarse para garantizar el desarrollo del campo y la resiliencia de las comunidades.









































































