Como si se tratara de un funcionario consentido desde las alturas, Sergio González Hernández ha tenido todo el tiempo del mundo para despedirse de la Secretaría de Gobierno.
Una vez que la dirigencia nacional de Morena definió sus tiempos internos para definir sus candidaturas a las diputaciones federales y senadurías, las señales indican que el oriundo de San Damián Texoloc es uno de los consentidos para llegar al Congreso de la Unión.
Pudiera no corresponderle la candidatura para buscar una de las dos Senadurías que, de acuerdo con los resultados de diversas encuestas, Morena alcanzaría en las elecciones de junio de 2024, pero sí al menos para ocupar un asiento de San Lázaro.
Considerando la cercanía que González Hernández ha tenido con la titular del Ejecutivo desde hace al menos 8 años, que ya incluye una derrota en los comicios de 2016, sería una buena posición a los intereses gubernamentales.
Y es en la Cámara de Diputados donde se define, por ejemplo, el presupuesto de egresos, así es que desde esa posición pueden jalarse recursos presupuestales a favor del estado, sólo es cuestión de ver si la seguramente próxima presidenta de la República actúa de la misma forma que el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de ordenar que a su iniciativa no se le modifique ni una coma.
Además, esa posición no lo elimina de ser uno de los aspirantes a la candidatura al gobierno del estado, a pesar de que toda la atención se ha centrado en las senadurías. El abanico es suficiente amplio y a tres años de distancia todavía hay muchas cosas que podrían pasar.
Pero si bien parece tener toda la buena estima de Palacio de Gobierno, el problema que González Hernández tiene enfrente es la incapacidad que ha mostrado en sus funciones públicas. No es lo mismo ser secretario de gobierno con Héctor Ortiz (que no necesitaba titular en la Segob) que en la 4T, donde nadie controla nada.
Por más que se ha querido deslindar de sucesos tan lamentables como los de Xicohtzinco, es claro que ahí no hubieron todos los buenos oficios que se requerían para no se presentara la pérdida de vidas, como sucedió.
Y eso es solo un ejemplo, porque varias veces la facilidad con que abre la boca ha puesto en dificultades a su jefa, sobre todo cuando se trata de seguridad pública.
Los últimos días los ha dedicado a justificar esas limitaciones al decir, por ejemplo, que en el caso de Xicohtzinco los grupos políticos en ese municipio impidieron cualquier posible acuerdo.
Y si bien asegura que está totalmente delimitado el conflicto a un pequeño grupo de inconformes, lo cierto es que las oficinas de la presidencia municipal siguen cerradas y los servicios públicos no se han normalizado, como los pobladores de ese municipio exigen.
En el tema de la seguridad pública es claro que sus declaraciones siempre han pretendido minimizar la existencia de sucesos complicados, por decir lo menos. La estúpida autocomplacencia es el talón de Aquiles de Sergio.
Uno de los más recientes fue el enfrentamiento en la comunidad de San Miguel del Milagro, donde en pleno domingo, cuando el turismo religioso está en su apogeo, se intentó la detención de personas que ya contaban con las órdenes de aprehensión respectivas.
Lo que hubiese terminado en tragedia concluyó en, efectivamente, detenciones, pero lo ahí sucedió fue suerte, no planeación.
¿Qué viene ahora para Sergio González Hernández?, su registro en Morera como precandidato. Ya se verá si es para una diputación federal o una senaduría, lo cierto es que muy probablente lo veremos en las boletas electorales como candidato en los comicios del próximo año.
Por lo pronto hay que esperar al 20 de noviembre viéndolo arrancar precampaña.
Son claras sus intenciones de querer alcanzar la candidatura al gobierno del estado, pero de ahí a que lo logre todavía hay un largo trecho. Si esto se tratara de apuestas, éstas no estarían a su favor.
Así que mucho tendrá que trabajar para alcanzar su objetivo, pero si trabaja como lo hizo en la Secretaría de Gobierno, verá fracasado su objetivo y, por la edad que tiene, será su última oportunidad.
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