Por Leticia Alamilla Castillo
“El papel más importante de un líder es establecer una dirección clara, ser transparente sobre cómo llegar allí y mantener el rumbo” -Irene Rosenfeld-
Es un derecho de la ciudadanía contar con la información del manejo de recursos y acciones llevadas a cabo por un gobierno, ya que está de por medio, el uso de recursos públicos. Por lo tanto, es una obligación de quienes detentan un cargo público, informar y convertir esa acción en un procedimiento que esté al alcance de toda la ciudadanía.
Presentar un informe de gobierno, no es una mera formalidad, en ese acto los gobernantes o servidores públicos se someten a la evaluación de la ciudadanía, a que cada uno de las/los individuos valore el alcance de las acciones emprendidas durante el ejercicio en cuestión.
Es un acto que representa uno de los pilares más importantes de los gobiernos abiertos, el de la rendición de cuentas a los gobernados, es decir, a aquellos que delegaron el poder de administrar un territorio, su política y patrimonio a un grupo de hombres y mujeres a quienes consideraron las/los más aptos/as para hacerlo.
Democracia participativa
La Democracia participativa exige a los integrantes de una sociedad, ir más allá del mero acto de acudir a las urnas y emitir un voto. El sufragio es la forma básica de la democracia, que hoy en día ha transitado a una etapa en la que la ciudadanía participa de manera activa en la toma de decisiones.
El problema a lo largo de la historia de nuestro país es que la Democracia se convirtió en un cuento para unos cuantos, aquellos a quienes les importaba exaltar las virtudes de la misma en discursos llenos de retórica y vacíos para el grueso de la población.
Nunca, como hoy se ha considerado la importancia de informar con transparencia, y mostrar las evidencias de lo hecho a lo largo de dos años de gobierno.
A unos días del Segundo Informe
Lo que observamos, a unos días de que la Gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, presente el informe del segundo año de su administración, es un ejercicio de transparencia, rendición de cuentas y de considerar que la información de sus acciones debe llegar hasta el rincón más apartado de Tlaxcala, para que la ciudadanía evalúe sus decisiones.
Hay quienes se asustan de la nueva estrategia para transparentar las acciones de gobierno, y cómo no, pues estaban tan acostumbradas/os a obtener jugosos convenios por la difusión del mismo.
Hoy, la decisión fue la difusión a través de distintos canales, entre los que se cuentan el uso de las nuevas Tecnologías de Comunicación (TICs) y las redes sociales, que permiten que la información llegue a sectores de la población que habían sido excluidos debido a, que el viejo modelo, privilegió que la información llegara a un reducido grupo de la clase política y económica de nuestro estado.
A pie de página
Sobre la mujer en el Poder: Lorena Cuellar Cisneros
Yo veo a una mujer verdaderamente inteligente y aferrada a hacer de Tlaxcala un mejor lugar para cada una/o de quienes vivimos en este bello “terruño”, como diría, uno de los mejores historiadores que ha dado México, Luis González y González.
Miro que tiene tanta energía, la suficiente, que le da para trabajar cada día con esmero y cariño por mejorar la calidad de vida de cada tlaxcalteca; la veo incansable, tomando decisiones complejas, pero anteponiendo siempre, el sentido ético y la visión humanista de una política que ha crecido en experiencia en el arte de gobernar a lo largo de su vida.
La observo cuando le invade la emoción de concluir una nueva obra, de concretar un proyecto y de colocar la piedra del siguiente. Ella no busca protagonismo, no lo necesita, tiene claridad de que es una servidora pública con un reto muy grande, el de hacer la diferencia respecto a otros gobernantes. De dar su mayor esfuerzo, para que las cosas mejoren.
Desde que llegó, sabía que estaría en la lupa de aquellas/os que quedaron enojadas/os porque ganó con el mayor número de votos en la historia política de Tlaxcala. Desde el primer momento, sabía que las cosas no serían tersas y que tendría que poner toda su energía, intelecto y habilidad política para gobernar. Y lo ha hecho muy bien, su “sello” se visualiza con claridad, porque está enfocada en proyectos que benefician a los grupos sociales de Tlaxcala, históricamente, más desprotegidos.
Pero sabe la importancia de los proyectos de gran calado para generar acuerdos y atraer inversiones, por lo que se mantiene cercana a los grupos económicos que tienen capacidad de hacerlo.
Apenas van dos años, y le quedan cuatro, para hacer que su ideal de mejorar la calidad de vida de cada habitante de Tlaxcala, se concrete. Que así sea, por el bien de todas y todos.
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