No mentir, no robar, no traicionar… y no hacer caso a lo anterior, esa debería ser la verdadera expresión al interior del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en más de una entidad federativa. Incluida Tlaxcala.
De poco o nada sirve que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo diga que ella no aceptaría o contrataría a miembro alguno que tenga observaciones en su comportamiento, si gobernadores que antes lucieron por su congruencia ahora contratan a personajes vinculados a escándalos internacionales.
Ahí está Layda Sansores, la otrora legisladora de Campeche que puso a temblar a Enrique Peña Nieto mostrándole en plena jeta el libro de la Casa Blanca y que ahora es la gobernadora de aquella entidad. Esa misma es la que ahora ha caído en la vergonzoza necedad de contratar, como secretario de Desarrollo Económico de aquella entidad, a Jorge Luis Lavalle Maury, el ex senador panista que fue procesado por su presunta implicación en el caso Odebrecht.
El neomorenista Lavalle Maury que fue acusado de cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero estaría imposibilitado de representar a su gobernadora en algún evento fuera de Campeche o peor aún en el extranjero, porque aunque salió libre del Reclusorio Norte, sigue caminando con un brazalete. No vaya a ser que se pele.
Las acusaciones no fueron hechas por algún resentido o desde el anonimato, no. Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex, fue el que lo acusó tal y como señaló también a varios legisladores de, presuntamente, haber recibido millonarios soborno de la empresa Odebrecht, a cambio de votar a favor de la Reforma Energética del expresidente Enrique Peña Nieto.
Pero ese mismo no robar, no mentir, no traicionar -y no pelar estas tres acciones que tanto mencionó el ex presidente Andres Manuel López Obrador-, aplican para Tlaxcala donde el tristemente celebre Moctezuma Bautista Vázquez, encargado de Morena Tlaxcala por algunas semanas, ha sido premiado nuevamente con la titularidad de las Becas Benito Juárez.
Esa coordinación de las Becas en la entidad, fue asignada por el propio Carlos Luna Vázquez, delegado de la Secretaría del Bienestar en Tlaxcala. La premiación al oriundo de Apetatitlán, y ex director de juventud del mismo municipio, solo confirma la falta de principios en el morenismo tlaxcalteca.
Es probable que su gestión como rector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala (UTT) no merezca la mínima atención y por eso haya pasado desapercibida, pero polémicas que incluyen presuntos actos de corrupción y despidos injustificados para acomodar a sus cuates y cuatitas, no pueden ser borradas de un plumazo.
Pero qué podemos esperar del morenismo y su amnesia selectiva, si la propia Luisa María Alcalde Luján, presidenta de Morena a nivel nacional, ha intentado justificar a los gobernadores y sus torpes decisiones.
Lamentable el peso que debe cargar Sheinbaum Pardo que en la mañanera de ayer salió bien librada, pero que a este paso difícilmente podrá contener los cuestionamientos por las designaciones de los desprestigiados morenistas. Insisto al decir que Morena va que vuela para convertirse en el PRD.
