Si usted se pregunta por qué Tlaxcala está sumido en inseguridad, ingobernabilidad y escándalos en el gobierno morenista, no se cuestione más, ayer Mariano González Zarur nos aclaró el motivo.
No crea usted que González Zarur tuvo un lapsus, para nada. Le ganó su indiscreta sinceridad. Lo hizo en el peor momento, justo después de rendir homenaje al don Tulio Hernández Gómez, el ex gobernador de Tlaxcala.
Lo que ayer escupió González Zarur es lo que la clase política pensaba, y sigue pensando al momento de pedir el voto popular: buscar el poder a costa de lo que sea, y ya en el poder que suceda lo que sea.
“Miren el principal objetivo de un partido político, no existe otro, quien le diga que el programa de acción, y que voy a hacer y voy a, no es cierto, es crudamente acceder al poder”, declaró el ex mandatario miembro de aquel “Nuevo PRI” que presumía Peña Nieto.
Ya que se había ido de la lengua quiso matizar la declaración, intentó ocultar lo que para nadie es un secreto. Los políticos no tienen ninguna intención social, su prioridad es la conquista del poder y el ejercicio del mismo.
“Estando en el poder entonces puede uno ayudar a la gente, puede hacer los programas, puede hacer muchas cosas; el segundo objetivo es mantener el poder, no hay otro: son dos. Yo recuperé el poder para el PRI y dejé el poder para el PRI, yo cumplí con un principio político”, dijo en un segundo momento.
Y no miente, creo que esta declaración de Mariano González Zarur es una de las más sinceras que ha dado, porque la ofreció en medio de un nutrido grupo de reporteros (como hace mucho no los tenía) y porque lo hizo momentos después de reencontrarse con el hombre que lo traicionó, pese a haber sido favorecido con su operación para llegar a la máxima magistratura.
Lo dijo en el patio del palacio de gobierno en el que alguna vez le giró instrucciones como secretario de turismo, ahí mismo donde alguna vez le ordenó qué decir desde la máxima tribuna de la LXIII legislatura -donde Mena fue colocado para cuídar los intereses del PRI-, ahí donde se fraguó la sucesión de Mariano para Mena, allí se volvieron a encontrar, y Zarur no se supo controlar.
@martin_rodriguez.com Mariano González recriminó a Marco Mena que su gobierno permitió el incremento de la pobreza #Tlaxcala #Marcomena #MarianoGonzalez #PRI #Exgobernadores
Por primera vez el creador de Mena confirmó lo que muchos dijimos y seguimos sosteniendo, Marco Antonio Mena Rodríguez no estaba preparado, ni tenía capacidad para ser gobernador. Solo le faltó gritar: “Mena no me cumplió”.
Pero la declaración ya no vale, porque Mariano no descalifica a Marco Mena por inepto, ni por haberle fallado a los tlaxcaltecas, de haber sido así pudo haber dicho exactamente lo mismo en el primer año de la penosa administración de Marco.
La verdad es que Zarur odia a Mena porque se sintió traicionado cuando, a las pocas semanas de haber obtenido la elección, y con ello la “continuidad y el continuismo”, el junior González Aguirre se percató del cambio y del trato poco dócil de Mena Rodríguez hacía los González. Así de fácil.
Cuando los millonarios contratos ya no pasaban por González Aguirre, ni González Zarur, pero empezaron a ser avalados y rasurados por Fabricio Mena Rodríguez. En ese momento Mariano supo que su muchacho le había fallado.
Porque Mena y Mariano son exctamente lo mismo. Ambos llegaron al poder y se olvidaron de los problemas sociales de Tlaxcala, de sus comunidades, pueblos, de las rancherias y municipios.
Aunque Mena de plano abusó porque mientras se encerró durante los años de pandemia, su hermano, el actual diputado priista Fabricio Mena Rodríguez ocupó la entidad para sangrar las arcas desde la secretaría de Finanzas, hasta la SEPE-USET y por supuesto la SESA.
Mariano y Mena son dos calcas que llegaron a despacharse con la cuchara grande, ocuparon el dinero público para crear financieras patito, “becas”, poner el nombre de sus familiares en las escuelas y anunciar “programas” que solo tenían el proposito de reunir montañas de dinero para asegurar sus fondos de retiro. Y así lo hicieron LOS DOS.
“En este caso el culpable de todo soy yo, porque lo inventé en cinco años, no tenía ninguna capacidad para para ser gobernador, esa es la verdad, yo pensé que sí la tenía, pero creció nuevamente la pobreza, no hubo promoción de la inversión privada y la inversión pública en lugar de destinarla a la gente se destinó a las carreteras y los puentes”.
Eso dijo Mariano González Zarur al referirse a quien él nombró Secretario de Turismo, después coordinador de los diputados de la LXIII legislatura y finalmente gobernador.
Los dos primeros cargos por recomendación de Joaquín Cisneros Fernández, el último y más importante para Mena fue porque González Zarur le apostaba a su seguridad, para eso lo inventó en cinco años. Es una confesión grabada.
@martin_rodriguez.com Así despidieron a Tulio Hernández en Palacio de Gobierno
