La descarada violación a la ley en la que incurre el alcalde de San Pablo Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez Hernández, al promocionar su imagen personal con fines políticos a través de un material impreso que se distribuye “gratuitamente”, puede acarrearle serias consecuencias.
La campaña que orquestó el munícipe panista utiliza un “periódico” llamado “A tempo” para posicionar su imagen colgándose de programas y acciones del Ayuntamiento.
Sería bueno que quien aconseja al presidente municipal de realizar estos actos, también le avise que está incurriendo en graves faltas a la Ley Federal de Servidores Públicos y a la propia Constitución.
Ya que desde 2007 está prohibido que la propaganda bajo cualquier modalidad de Comunicación Social incluya nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.
El artículo 134, se reformó, precisamente, para evitar que funcionarios públicos, como el egolatra panista Ángelo Gutiérrez, se beneficiaran de los recursos financieros, humanos y materiales que tienen a su alcance.
Parece que al presidente municipal de Apetatitlán no le bastó con desfalcar al Ayuntamiento organizando un evento político para que su esposa, Miriam Martínez -líder estatal del PAN-, recibiera al líder nacional blanquiazul, Marko Cortés.
El alcalde panista ahora, utiliza la estructura municipal para promocionarse como servidor público ejemplar y así apuntalar sus aspiraciones políticas, algo que no parece lejano pues concentra todo el panismo en sus manos.
Sin embargo este panfleteo es ilegal y pagado con dinero de los contribuyentes, porque no dude usted que es el mismo personal de la comuna el encargado de elaborar y distribuir el material informativo que incluye las “alegres noticias” que Ángelo Gutiérrez quiere que lea la ciudadanía.
El resultado de esta burda estrategia puede ser totalmente opuesto al esperado, ya que si algún partido político llega a denunciar los actos ilegales en los que está incurriendo el alcalde, sus deseos de contender por un cargo de elección popular se truncarían.
Solo es cuestión de recabar las pruebas suficientes, arman un buen expediente que demuestre como el “periódico” se utiliza con fines político-partidista, ya que se distribuyó en todo el distrito 5, al que pertenece Apetatitlán.
Si analizamos la paleta de colores que se utilizó en el diseño editorial de “A tempo” nos daremos cuenta que es una clara referencia a los colores del Partido Acción Nacional.
Con estos antecedentes, más allá de fortalecer sus aspiraciones y promover su imagen, Ángelo Gutiérrez podría enfrentar una demanda que lo imposibilite de aparecer en la boleta de las futuras contiendas electorales.
No hay que dejar de lado que a este cúmulo de irregularidades y violaciones a la ley, puede sumarse el negocio que representó para el alcalde panista esta publicación.
Hasta ahora no sabemos cuánto cuesta el tiraje de este material impreso, ni quien está a cargo de su producción, seguro el presidente municipal está haciendo un negocio redondo a costa del dinero que se debería orientar para beneficio de la población que gobierna.
Cuando la demarcación enfrenta problemas que son totalmente responsabilidad de la autoridad municipal, como la falta de seguridad y los deficientes servicios públicos, el alcalde prioriza sus intereses políticos, familiares y personales.
Créame que lo último que necesitamos los habitantes de Apetatitlán y sus comunidades, es ver el rostro de Ángelo Gutiérrez en miles de cientos de periódicos que se imprimieron con el único propósito de difundir su imagen; además, le aseguro que la mayoría de estos folletos terminó en la basura, junto con nuestros impuestos.
Así de corta es la visión de los panistas tlaxcaltecas, un instrumento de comunicación que bien utilizado puede representar una herramienta para socializar las acciones de gobierno, es totalmente desvirtuado para convertirlo en una oda al ego y aspiraciones de Ángelo Gutiérrez.
La capacidad de Ángelo es tan corta, como la estatura del personaje al que hizo referencia el pasado fin de semana en el “remate, del remate, del remate de carnaval”, cuando invitó a los personajes de “sonido pirata” -entre ellos a “medio metro”- para consentir a la población y de paso colgarse de la fama de los artistas urbanos. Los memes no se hicieron esperar y Gutierrez fue vestido con la ropa de “Medio Metro” por su natural parecido.
El panista no tiene límites su ambición lo hace perder toda proporción de la realidad y poco le importa ser el patiño del pueblo, aunque ese papel lo cobra muy bien a las arcas públicas, pues desde que se sentó en la silla principal de la presidencia no ha parado de utilizar a la comuna para su beneficio personal, el de su partido y el de su esposa.
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