En Tlaxcala, la justicia parece navegar en aguas turbias, donde la balanza se inclina no hacia la verdad, sino hacia la insuficiencia probatoria y las decisiones cuestionables.
El reciente fallo absolutorio del Tribunal de Enjuiciamiento, integrado por las juezas Aída Báez Huerta, Rossana Rubio Marchetti y Olivia Mendieta Cuapio, en el caso del triple homicidio perpetrado en Zacatelco en 2022, no solo ha dejado un amargo sabor de impunidad, sino que pone en tela de juicio la idoneidad de quienes administran la justicia en el estado.
Más aún, cuando una de estas juezas, Rossana Rubio Marchetti, aspira a un puesto en el Poder Judicial mediante la elección que se avecina. ¿Pues no que llegarían los mejores perfiles y los más idóneos?
El caso es alarmante: cuatro sujetos —Silvestre N., Carlos Alberto N., José Francisco N. y César Augusto N.— fueron absueltos de un crimen atroz en el que tres personas, Juan Carlos N., Daniel N. y Miguel Ángel N., fueron asesinadas a sangre fría en su propio hogar, baleadas y quemadas por sus agresores.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) no logró localizar al testigo presencial, quien, según se acreditó, fue amenazado para no declarar.
Este hecho, lejos de ser un obstáculo insalvable, debería haber encendido las alarmas del Tribunal sobre la peligrosidad de los acusados, quienes, además, cuentan con antecedentes penales por extorsión, homicidio y presuntos vínculos con el cobro de préstamos “gota a gota”.
Sin embargo, las juezas optaron por un fallo unánime de absolución, argumentando insuficiencia probatoria.
Esta decisión no es un hecho aislado. En 2024, las mismas juezas absolvieron a Edson N., acusado del asesinato del exdiputado local Omar N. en 2021, bajo el mismo pretexto: pruebas insuficientes.
La repetición de este patrón levanta sospechas sobre la rigurosidad con la que estas magistradas evalúan los casos, especialmente cuando se trata de crímenes de alto impacto.
¿Es la insuficiencia probatoria una excusa válida cuando existen antecedentes penales, testimonios amenazados y un contexto de violencia que apunta a la culpabilidad? ¿O es, más bien, un reflejo de un sistema judicial que prefiere la comodidad de la absolución a la valentía de enfrentar la verdad?
Lo que resulta aún más inquietante es que Rossana Rubio Marchetti, una de las juezas involucradas en estas controvertidas resoluciones, busca consolidar su carrera en el Poder Judicial a través de la próxima elección.
¿Qué mensaje envía al pueblo de Tlaxcala que una candidata a un cargo de tal relevancia esté vinculada a fallos que generan desconfianza y percepción de impunidad? La justicia no solo debe ser imparcial, sino también parecerlo, y las decisiones de Rubio Marchetti y sus colegas distan mucho de inspirar esa confianza.
La Fiscal Ernestina Carro Roldán ha anunciado que apelará el fallo del triple homicidio, como lo hizo en el caso de Omar N. Sin embargo, el daño ya está hecho: tres de los cuatro acusados están en libertad, y la sociedad tlaxcalteca vive con el temor de que la justicia siga siendo un concepto esquivo.
Mientras tanto, el Tribunal de Enjuiciamiento, con su historial de absoluciones polémicas, parece más preocupado por justificar sus decisiones que por garantizar que los responsables de crímenes atroces enfrenten las consecuencias.
Es imperativo que la ciudadanía y las autoridades reflexionen sobre quiénes ocupan y aspiran a los cargos judiciales.
La elección al Poder Judicial no puede ser un trámite más; debe ser una oportunidad para seleccionar a quienes demuestren compromiso con la verdad, la justicia y la seguridad de Tlaxcala.
Porque cuando las juezas absuelven a presuntos asesinos y, aun así, buscan ascender en el sistema, no solo se cuestiona su idoneidad, sino la integridad de todo un sistema que debería protegernos, no decepcionarnos.
Las tres de ley… 1- La justicia no es un juego de tecnicismos ni una carrera de ambiciones personales 2- Es un pilar que sostiene la convivencia social 3-Tlaxcala merece jueces que honren ese principio, no que lo erosionen con fallos que, lejos de esclarecer, oscurecen el camino hacia la verdad.
