Antonio Martínez Velázquez pasará a la historia por ser el primer Secretario de cultura en Tlaxcala, su nombre tuvo eco en los principales medios cuando el jueves 6 de enero del 2022 fue anunciado como titular de Cultura, que debido a la “reingeniería” dejaría de ser Instituto para elevarse a rango de secretaría.
Pero en sus antecedentes hay otros datos, como haber formado parte de los fundadores de la plataforma digital “Horizontal”, donde sus textos encontraban espacio para la socialización. Recuerdo que tiempo después, al conectarme a la programación de “ForoTv” alcance a verlo, me acerqué a la pantalla para confirmar que, en efecto, era “Toño Martínez”.
Su crecimiento ha sido meteórico, porque en breve se ha consolidado como una figura en el mundo político, cultural e incluso periodístico. Ahora está a punto de dar un salto que podría modificar su biografía y seguro lo hará, porque en no tengo duda, en breve estará junto a José Antonio Peña Merino, o en la subsecretaría de Cultura.
Lo que aquí menciono lo he escuchado y leído en diversos medios de comunicación dedicados a la difusión de información, tanto escritos como digitales, y en todos ellos el Nombre, apellido y rostro del tlaxcalteca ha tomado una importante presencia que en las próximas horas solo se confirmará.
Lo que no se ha podido confirmar, pero ya es un hecho, es su renuncia al gobierno de Tlaxcala, y digo que ya es un hecho porque de manera extraoficial se sabe que el capitalino se encuentra en los últimos detalles para realizar la entrega de las oficinas que hasta hoy ocupa, para después incorporarse al gobierno federal.
Antonio Martínez Velázquez llegó procedente de la Secretaría de Cultura donde ocupaba el cargo de vocero, con Alejandra Frausto Guerrero, meses después fue invitado por la propia titular del ejecutivo local, Lorena Cuéllar Cisneros, para hacerse cargo de la recién creada secretaría de Cultura Estatal (SC). Por mucho la mejor decisión de Cuéllar Cisneros.
Desde su llegada Antonio Martínez adelantó los tres ejes de su administración, que desarrolló incluso a contrapelo de la dinámica estatal que -era evidente- no siempre respaldó sus estrategias. Aunque ellos piensen que son muy discretos, en serio no pueden ocultar sus celos.
La educación artística, infraestructura cultural, así como la defensa y promoción del patrimonio cultural de Tlaxcala fueron tres rutas que lo llevaron a desarrollar la Creación del Consejo Interinstitucional para la Salvaguarda y Protección del Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción (Consafran).
@martin_rodriguez.com #ToñoVelázquez se va con #Sheinbaum
Con Toño Martínez al frente de la secretaría, la entidad se consolidó como pionero en la cultura gracias al modelo de educación artística profesional, lo que permitió la consolidación de las licenciaturas en artes visuales y artes plásticas, arte textil y educación musical, todas avaladas por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). Lo reconoció la propia Alejandra Frausto en su reciente visita a Tlaxcala, frente a la obra de Desiderio Hernández Xochitiotzin.
De confirmarse su llegada a las oficinas que estrenará José Antonio Peña Merino, responsable de la Agencia Digital de Innovación Pública, el tlaxcalteca se trasladaría a la primera línea de Sheinbaum Pardo, pues “Pepe” Merino es considerado la mano derecha de la virtual presidenta electa en materia de digitalización de información, tarea que desarrolló con ella en la Cdmx.
Ahora que, de llegar a la subsecretaría de cultura no tendría menor proyección pues lo realizado en Tlaxcala podría ser exponencial para el país, siempre que cuente con el respaldo de la titular del ejecutivo federal y de eso no tengo duda.
Basta recordar que en la visita de Sheinbaum Pardo a Huamantla, al interior del Museo Nacional del Títere (MUNATI), Martínez Velázquez realizó una logística paralela a la del gobierno en el que solo él y la entonces candidata a la presidencia de la República conocían detalles de los invitados al recorrido, por cierto, Alejandro Aguilar López fue uno de ellos.
En Tlaxcala Toño Martínez será recordado por impulsar las únicas dos escuelas de salterio en los municipios de Huamantla y Atltzayanca; cuando se hable de educación también se le mencionará pues gracias a él se logró el libro de texto gratuito para cuarto grado de primaria, “Tlaxcala. Mi patrimonio Cultural”, avalado por la UNESCO y del que no hay otro similar en el país.
Con el Archivo General de la Nación, también trabajó tan es así que logró el primer programa nacional de recuperación de las memorias comunitarias, con el que digitalizaron más de 10 mil documentos del archivo comunitario de San Simón Tlatlahuquitepec, en Xaltocan. Y hoy se trabajan en seis archivos comunitarios más en el estado.
Cómo olvidar aquel día que la presencia del senador José Antonio Álvarez Lima hizo voltear a más de uno, no era para menos, se trataba del anuncio de la recuperación, a través del Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado, de diez estaciones de tren que serían convertidas en espacios culturales. Desde día y en lo sucesivo Antonio Martínez y Álvarez Lima fueron compañeros y aliados de la cultura.
Del trabajo desarrollado por Martínez solo él y sus “malquerientes” podrán tener un juicio, yo solo me limitaré a decir que se va el único funcionario que ha sabido defender, aún a costa de su propia expulsión, los ideales de su encargo.
La vocación lo gobernó y nadie pudo desvirtuar su proyecto que, pudo o no coincidir con el Plan Estatal de Desarrollo, pero acabó por destacar por encima de los demás. Traer a la primera dama a Contla, al “Fandango por la Lectura” no lo hizo nadie más. NADIE.
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