“Sólo aquellos que tengan la firme determinación de que nada les impedirá conseguir su propósito, serán los que, con perseverancia y valor, se harán con los laureles de la victoria. Para aquellos que luchan con fuerza y constancia, los sueños se convierten en objetivos y los objetivos en logros y realidades.” -JOSEPH MURPHY-
Han transcurrido dos años del impulso de un nuevo proyecto para el estado de Tlaxcala cuyo gobierno está encabezado por una mujer que ha hecho política a lo largo de su historia y cuya filosofía ha estado enfocada en el bienestar social. La meta para ella es y, ha sido siempre, la de mejorar las condiciones sociales de las y los tlaxcaltecas.
Lorena Cuellar Cisneros proviene de una casta de políticos que forman parte del contexto en el que creció y la marcó para delinear cuál sería, precisamente, su filosofía de vida y el rumbo de su actividad profesional.
Llegó al poder con el mayor número de votos en la historia política de Tlaxcala. Esa es su realidad frente a la ciudadanía y, probablemente, significa ese elemento que la fortalece para trabajar “duro” y bucar alcanzar las metas proyectadas para nuestro estado.
Si alguien tiene claridad sobre el significado del servicio público, desde la posición de poder más importante en nuestro estado, es ella, quien gobierna Tlaxcala sin descanso, convencida de que su paso debe marcar la diferencia respecto al momento en el que tomó las riendas del gobierno.
¿Fácil?
De ninguna manera es fácil romper con esas estructuras anquilosadas por gobiernos que crearon las condiciones para que la corrupción fuera vista como algo normal, como “la maquinaria que lubrica el sistema”.
Pero las cosas no se transforman por arte de magia, se requiere de pasos firmes, de toma de decisiones complejas que han trastocado y, continuarán trastocando muchos intereses individuales y de grupo, sumamente arraigados.
Para nada es fácil romper con prácticas de corrupción que habían vinculado, de manera estrecha, el poder político y el poder económico que estaba acostumbrado a poner a su servicio o negociar con el Estado.
Para quien gobierna hoy hay claridad sobre la ruta que debe seguir para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, lo demuestra todos los días con un encargo que asume de tiempo completo.
¿Dificultades?
Por su puesto que ha enfrentado dificultades en ese transitar por el gobierno. El arte de gobernar no es nada fácil y las medidas tomadas han afectado intereses y un sistema de corrupción que ahí estaba, operando desde hace décadas de manera cotidiana, se ha visto trastocado.
Definitivamente, a pesar de que ha sido muy cuidadosa para mantener la estabilidad social, ha tenido que lidiar con aquellos/as que normalizaron la corrupción y establecieron su propia dinámica en las instituciones. Que impusieron sus propias reglas y que se convirtieron en poderes fácticos.
Su llegada ha significado la búsqueda por cambiar las cosas, una reorientación hacia la ética de las/los servidores públicos, un quiebre que pretende recuperar los valores humanos como eje de acción de su gobierno.
Lorena Cuellar Cisneros ha visibilizado aquellas cosas que se veían normalizadas y eso ha significado romper con esquemas que se habían perpetuado por décadas y que se resisten a perecer.
El reto
Será consolidar y avanzar en el proyecto de gobierno, con un equipo de trabajo, con la misma filosofía y compromiso que la Gobernadora de Tlaxcala, tiene con una ciudadanía que confía en que la decisión tomada, ha sido la mejor en la historia de la vida democrática de nuestro estado.
A pie de página
No hay que perder de vista a aquellas/os que se suben al primer tren que pasa, para colocarse al frente de cualquier expresión ciudadana. Seguramente las/los seguiremos viendo en el golpeteo político, hasta obtener una curul.
El contenido de esta columna es única y exclusivamente responsabilidad de su autora y no responde, necesariamente, a la línea editorial de esta empresa
