
El proyecto que circulaba en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y que fue abordado por López Obrador desde el pasado 8 de marzo ayer se concretó con la reinstalación de Edmundo Jacobo Molina secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE). “no tenemos ningún inconveniente. Y tampoco nos debe extrañar, porque es lo mismo; ese tribunal ha retorcido la ley como ha querido”, sostuvo AMLO hace una semana. El INE parece intocable.
Donde los problemas y escándalos no cesan es en Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (COBAT), a las acusaciones constantes de corrupción y nepotismo en contra del director general, Darwin Pérez y Pérez, a las denuncias de acoso por parte de docentes en planteles, ahora hay que sumarle un nuevo conflicto de carácter sindical.
Resulta que la dirigencia electa del Sindicato de Trabajadores Académicos del Colegio de Bachilleres (Stacobat), encabezada por Lobelia Sánchez, acusó que las autoridades de este subsistema están metiendo las manos en el proceso y buscan alargar el resolutivo para que el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) les otorgue la toma de nota.
Desde el 10 de agosto de 2021 el comité fue elegido por los trabajadores, ha pasado un año y 7 meses y el TCyA sigue sin reconocer a la dirigencia.
El problema es que el tiempo está encima, ya que en 47 días el contrato colectivo actual vence, lo que provocaría que los empleados pasarían a contratos individuales en detrimento de sus derechos laborales.
Parece que el mañoso plan de Darwin Pérez -que incluso habría ofrecido a cambio de quedarse en este subsistema para no llegar al cecyte- es dejar que se cumpla el plazo para que el próximo 1 de mayo venza el contrato colectivo, lo que se traduciría en que los trabajadores no cuenten con ninguna representación legal.
El tema es complejo, ya que son más de 740 docentes que se quedaría sin certeza laboral y se pondría en riesgo los derechos que durante 15 o 30 años de servicio han ganado los agremiados al Stacobat.
Si no existe capacidad de negociación y voluntad política por parte de la autoridad educativa, todo apunta a que el Stacobat correrá la misma suerte que el Sindicato 7 de Mayo, con un conflicto empantanado donde el único perjudicado es la base trabajadora. ¿Será casualidad?.
En donde tampoco dan una es en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), las ansias del limitado dirigente estatal, Julio César Pérez González, por permanecer vigente y en la agenda mediática, lo llevan a exhibirse como ignorante y oportunista.
Lo anterior quedo en evidencia con la rueda de prensa de ayer, donde sin justificación ni argumento aseguró que el Protocolo de Actuación Policial para la Atención de Posibles Linchamientos en el Estado de Tlaxcala es una “estrategia fallida”.
Ante la falta de ideas, el dirigente del PRD y sus “brillantes” asesores decidieron abordar el tema luego de que el fin de semana en Zacatelco se registrara un intento de linchamiento y aprovecharon para criticar que el protocolo no funciona.
Lo único que no consideraron o que nadie les avisó es que el linchamiento que provocó su aguda crítica nunca ocurrió, ya que los cuerpos de seguridad lograron intervenir oportunamente y evitar que la población del municipio del sur hiciera justicia por propia mano.
Qué alguien le explique al dirigente del sol azteca que la finalidad del protocolo es precisamente esa, evitar que acusados de ser presuntos responsables de la comisión de delitos terminen ultimados por una turba enfurecida. ¿Por qué le molesta eso al líder del moribundo PRD?
Bueno, Julio César Pérez González fue más allá y luego de hacer el ridículo ante los medios, desde su cuenta de Twitter exigió enérgicamente el cese inmediato del secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya Gamboa.
Antes de salir y despotricar bajo cualquier pretexto contra la administración estatal para ver si así consigue lo que en las urnas no puede, el dirigente de Cambrón debería analizar bien los temas que va abordar en su rueda de prensa semanal, de lo contrario los ridículos continuarán.
Las tres de Ley… 1- Tuvieron que pasar más de tres semanas luego de que Genaro García Luna fuera declarado culpable por un Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York por cargos de narcotráfico, para que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa por fin saliera a intentar lavar su nombre y deslindarse de quien fuera su secretario de seguridad.
En una breve entrevista, obvio desde Madrid, España, Calderón Hinojosa repitió el discurso que durante estos años ha manifestado en redes sociales y aseguró que tiene “muchas dudas” sobre el veredicto en contra de García Luna.
2- El responsable de la guerra contra el narcotráfico que tiñó de sangre al país enfatizó que en el juicio hubiera esperado ver “videos, grabaciones, fotografía, estados de cuenta o depósitos”, lo que nunca ocurrió.
Con tal de salvar su nombre a Felipe Calderón no le importó poner en duda el trabajo de investigación de la Fiscalía de Estados Unidos y en una actitud claramente de confrontación hizo públicas las dudas que tiene en torno al veredicto contra Genaro García Luna. ¿por qué no va a la unión americana a decir esto?
3.- Eso sí, en estas nuevas declaraciones evitó decir el nombre de quien en el pasado definió como el “súper policía” de México y en esta ocasión solo se refirió a García Luna como “este funcionario”.
Al final repitió el mismo argumento de que la política de seguridad de su gobierno no dependía de una persona y se justificó diciendo que García Luna tenía años trabajando en la administración pública, lo que no explicó es por qué pese a las críticas -y ahora sabemos advertencias que le hicieron gente de su propio gabinete- nunca removió a García Luna.
Lo que es una realidad es que su sexenio arropó a quien ahora se convirtió en el funcionario de más alto rango en la historia de México que es declarado culpable en Estados Unidos por sus nexos con los grupos criminales, por esto pasará a la historia Felipe Calderón Hinojosa.
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