Los cien días que tanto presumen los amantes del reflector y los aplausos fáciles han quedado a deber en todos lados, pero dejaron claro que la chamba mata grillas y egos. El de Alfonso Sánchez García ha quedado por los suelos.
Y es que ayer, para variar, el presidente municipal de la capital quiso robarse el reflector en el municipio de Apizaco que encabeza Javier Rivera Bonilla, el empresario que sin familia, apellido, o antecedentes políticos llegó a gobernar el municipio más activo económicamente de Tlaxcala. Su dinamismo comercial supera por mucho a otras demarcaciones.
Sin embargo el recuento de los poco más de 3 meses al frente de Apizaco dejaron al descubierto que el equipo de trabajo de Rivera Bonilla supo presumir y desarrollar de mejor manera las acciones que han aplicado en estas semanas. En Tlaxcala Alfonso Sánchez García no supo ni leer sus presuntas acciones.
Reitero, no soy partidario de una acción en cien días. Las “carreritas” que juegan presidentes contra presidentes no son más que juicios de valor al aire, cuando los guiones o discursos no van acompañados de acciones concretas.
Pero eso fue justamente lo que no hizo Rivera. Contrario a lo que todos esperábamos el alcalde rielero optó por los números y esos no fallan, ni se prestan a la especulación.
Para iniciar destacó el aumento de los ingresos en ambulantaje, ya que mientras la administración pasada -del panista Pablo Badillo- reportó en sus últimos tres meses (junio, julio y agosto) $24 mil 500 pesos por concepto de recaudación, Rivera presentó mas de 620 mil, en tan solo 100 días, lo que significa un aumento de más del 2 mil por ciento, casi en el mismo período.
Pero no fue solo en las calles donde la recaudación creció, ya que mientras el gobierno panista reportó 288 mil pesos en el juzgado municipal, Rivera Bonilla anunció 845 mil pesos, en el mismo período. El aumento es del 193 por ciento.
De los Parquímetros Pablo Badillo reportó 822 mil pesos; los colaboradores de Rivera Bonilla superan los 3 mdp en 100 días.
Algo similar sucede en multas por parquímetros, ya que en el mismo periodo los salientes reportaron 81 mil pesos, contra los 642 mil de Baldomero Galaviz. Un aumento del 690 por ciento lo puede ver hasta el ciego titular del Órgano de Fiscalización Superior (OFS).
No hay que ser matemático para percatarnos que en tres meses la administración actual ha ingresado a sus arcas, lo que el gobierno municipal pasado recaudó en un año, cantidad que permitirá pagar aguinaldos del personal de base, policías activos y jubilados. La anterior administración no dejó presupuesto ni para pagar los sueldos en los últimos meses del ejercicio fiscal.
Del “bacheado” se dijo que los avances equivalente a 2 canchas de futbol en 100 días. Ahora esperemos a ver la calidad del trabajo y material, pues si antes de llegar a los seis meses del 2025 hay afectaciones, entonces podremos decir que los cien días agilizaron la entrega, pero también dilapidaron la calidad de la misma sin que la garantía sea una calle libre de cráteres lunares.
Es probable que Alfonso Sánchez García no le apueste a la transparencia, porque tan solo la Comisión de Agua y Alcantarillado del Municipio de Apizaco (CAPAMA), superó en 93% la recaída de los últimos tres meses, pasando de 1.7 mdp, contra los 3.3 millones de pesos en el mismo período.
Que el actual titular de la CAPAMA peca de iluso, es probable, porque a partir de hoy ese será el mínimo esperado por Rivera Bonilla de su titular y lo mismo ocurrirá de los gobernados al actual presidente. Afortunadamente para Apizaco se acabó la simulación y el dispendio.
Nadie puede decir que Rivera sea el héroe que Apizaco esperaba, eso el tiempo lo dirá. Lo que sí es cierto es que incluso el más “novato” del grupo ha expuesto la poca capacidad del alcalde capitalino, y eso no es resultado de un estudio o una encuesta amañada. Es una realidad palpable que todos vemos.
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