Quien vea de lejos la campaña de Xochitl Gálvez rumbo a la presidencia de la República seguramente pensará que sus votos están en el extranjero, en la unión americana y en Europa, pero no en México, esa es la impresión que queda cuando se analizan las gráficas de Gálvez en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esta idea se refuerza cuando los lectores observan a la ex funcionaria de Vicente Fox Quezada del brazo de Felipe Calderón en España, donde acudió la candidata del PRI-PAN y PRD a continuar con su gira internacional de cara a la elección presidencial del próximo mes de junio.
Mientras ella se concentra en ganar adeptos en los aeropuertos, la prensa extranjera y las figuras políticas internacionales, en México Claudia Sheinbaum camina y hace campaña, sin nadie que le haga sombra.
Pero no es la única, de hecho ha sido el presidente Andrés Manuel López Obrador quien se confirma como el personaje más influyente de México. No es candidato a ningún cargo de elección popular y, sin embargo, su influencia se deja sentir en todos los sectores y partidos políticos del país.
Mientras Xóchitl va a pedir a los gringos que vigilen las elecciones en México y que se conviertan en “aliados” de nuestra patria para no dejar morir nuestra “joven democracia”, López obrador ha sembrado su iniciativa de reforma a la Constitución Política federal.
Sí, el tema principal de conversación en las mesas políticas de análisis, en las columnas, artículos y en la sobremesa lo volvió a poner el presidente López obrador. En Tlaxcala, no se diga.
Sus reformas son la muestra de su agudeza política y lo muestran como un gobernante inteligente que influye en el legislador federal para que sus propuestas sean analizadas y discutidas.
La oposición, por lo pronto, no se muestra cerrada a las 20 propuestas presentadas el pasado 5 de febrero, 18 de las cuales son para reformas constitucionales.
Sin embargo, pareciera que no todos en su partido piensan igual, por increíble que parezca. No se ve la misma sintonía en las y los legisladores federales morenistas, a excepción de algunos integrantes, como la presidenta del Senado Ana Lilia Rivera y el ex gobernador José Antonio Álvarez Lima. ¿y los demás, donde se encuentran?.
Sobre todo en la Cámara de Diputados federal, donde la iniciativa de López Obrador fue enviada para su análisis. Ninguno de los representantes morenistas de Tlaxcala ha dado la cara para defenderlas, a una semana de haber sido anunciadas, ninguno de los oriundos de esta tierra ha hecho eco de López Obrador.
Y hay que decirlo, ninguna de las propuestas del presidente tiene desperdicio, sobre todo cuando se trata de desaparecer las actuales estructuras del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), organigramas carísimos por los elevados salarios que reciben sus funcionarios, algunos de los cuales rebasan el del presidente de la República.
O qué decir de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuyos ministros se avorazan con el presupuesto para mantener sus canonjías particularísimas.
Parece justo que sean elegidos por el voto popular de todos los mexicanos, en lugar de una reducida clase política que se reparte cargos como cuotas políticas. De vergüenza.
Algo está fallando en la clase política de nuestro país para que no vea en las propuestas amloístas un avance sustancial en las reformas estructurales del futuro.
Una de ellas, las referentes a la desaparición de supuestos organismos autónomos que ya cumplieron con su propósito original y que hoy resultan una carga pesada para el erario mexicano, como lo es el Instituto de Transparencia y Acceso a la información, cuyos similares en las entidades federativas no tienen sentido de ser y deben desaparecer.
Es natural que haya pensamientos disidentes con esa propuesta, pero esas voces se encuentran bien identificadas porque están del lado de la conservación de beneficios.
Voces opositoras aducen que a la candidata presidencial del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Claudia Sheinbaum, se le impone una agenda de gobierno que ella misma debía establecer, sin embargo, su propia voz ha expresado total acuerdo en el contenido de éstas para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Atrás de ella se encuentran millones de mexicanas y mexicanos que están a favor de la iniciativa presidencial, ahí están las encuestas para quien lo dude.
Por eso las encuestas ubican a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México en el primer lugar de las preferencias electorales, con una distancia de dos a uno con relación a la principal candidatura de oposición.
En los próximos meses veremos cómo se desarrolla la discusión en el Congreso de la Unión, por lo pronto, es claro que las voces tlaxcaltecas en la Cámara de Diputados han brillado por su ausencia y si al final van a votar a favor, bien valdría la pena que desde ahora comenzaran a mostrar congruencia y respaldo a la figura que los ha llevado al escaño en el que se encuentran.
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