- José Ángel Gurría, Santiago Creel, Diego Fernández de Cevallos y Vicente Fox han impulsado en los últimos meses la campaña de Xóchitl Gálvez, unos incluso se han sumado a su equipo de precampaña. Aunque todos también guardan una relación: el papel que jugaron en la aprobación del millonario y opaco rescate bancario que aún pagan los mexicanos.
Hace exactamente 25 años, el 12 de diciembre de 1998, fue aprobado en la Cámara de Diputados el Fobaproa, un fideicomiso mediante el cual se convirtió en deuda pública el rescate bancario de empresarios, banqueros y políticos cuyas responsabilidades quedaron impunes por decisión de las bancadas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) que han oficializado en el plano electoral su alianza política.
La iniciativa fue enviada a la Cámara de Diputados por el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León —quien al finalizar su sexenio se volvió socio de la empresa ferroviaria estadounidense Kansas City Southern e integrante del consejo de administración de la empresa Union Pacific, empresas a las que le entregó los ferrocarriles nacionales— y fue apoyada por el PAN, presidido por Felipe Calderón, quien está actualmente refugiado en España.
El principal opositor al Fobaproa fue el entonces presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador, actual Presidente de México, quien hasta ahora denuncia que el saqueo que en 1998 equivalía a 600 mil millones de pesos, se ha duplicado y anualmente se paga alrededor de 50 mil millones de pesos sólo por concepto de intereses. En palabras de López Obrador, este rescate fue “el saqueo más grande del cual se tenga memoria en México desde la época colonial”.
Zedillo “decidió realizar un salvamento encubierto con el pretexto de la protección al ahorro, usando como medio al Fobaproa, un fideicomiso que sin facultades legales funcionó en la práctica como una gran paraestatal tecnocrática, con todos los vicios habidos y por haber y manejado por funcionarios con un desaforado afán de privilegiar a unos cuantos a costillas del erario. Un auténtico barril sin fondo”, escribió López Obrador en su libro Fobaproa: expediente abierto, de 1999.
Varios personajes que fueron clave en este rescate bancario permanecen en activo en la política: es el caso del coordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez Ruiz, el panista Santiago Creel Miranda, uno de los diputados en avalar en la sesión de hace 25 años el rescate bancario.
A la misma campaña también se ha sumado José Ángel Gurría, el Secretario de Hacienda de Ernesto Zedillo, que construye el plan de nación de la oposición.
También fueron partícipes Vicente Fox, quien como Gobernador de Guanajuato participó junto con Diego Fernández de Cevallos en las negociaciones con el Gobierno, ambos hoy en día son impulsores de la campaña de Xóchitl; Felipe Calderón, quien era el dirigente del PAN, así como Fernando Gómez Mont, el encargado del tema de Justicia de Xóchitl Gálvez que se desempeñó como abogado del banquero tabasqueño Carlos Cabal Peniche, quien financió campañas del PRI como la de Zedillo y que al mismo tiempo resultó beneficiado en el rescate bancario.
El oficialismo también ha cobijado a protagonistas de ese rescate como el expriista Ignacio Mier Armenta, coordinador de los diputados de Morena, quien en 2024 buscará un escaño en el Senado; el expanista Javier Corral Jurado, que se ha sumado al equipo de Claudia Sheinbaum y el actual Gobernador morenista de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, así como el Senador Germán Martínez, el exdirigente del PAN que llegó a la Cámara Alta gracias a Morena, partido del que ahora se dice crítico.
En diciembre de 1998, uno de esos personajes subió a tribuna a defender, a nombre de todo el PAN, el rescate bancario, el panista Santiago Creel Miranda:
“Con el dictamen y el proyecto de decreto que se pone a su consideración, tenemos la gran oportunidad de empezar a resolver una crisis que se ha vuelto permanente y que pone también, desafortunadamente, en duda los avances políticos logrados en los últimos años… Compañeras y compañeros: En su voto favorable al proyecto de decreto está la respuesta del bienestar del país”.
El actual coordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez subió hace 25 años a la tribuna del Congreso para hablar sobre la creación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que aunque el panismo aseguró que pondría límites al rescate bancario en los hechos lo legalizó junto con sus abusos.
“Este Instituto, como ha sido planteado, como ha sido propuesto, a iniciativa del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, tiene una doble finalidad: primero, proteger a futuro los depósitos de los usuarios bancarios y, por consecuencia, fortalecer el sistema financiero y propiciar el desarrollo económico del país. En segundo lugar, además, establece las bases para resolver con legalidad y cumplimiento, los preceptos constitucionales, con equidad social, además con transparencia pública, con rendición de cuentas y como consecuente deslinde de responsabilidades jurídicas y económicas, la crisis bancaria que tanto ha afectado a todos, pero, compañeras y compañeros, ha afectado sobre todo al bienestar general y más a quienes menos tienen”, sostuvo en esa ocasión Creel.
Lo cierto es que un cuarto de siglo después, los mexicanos siguen pagando la decisión de ese rescate. En su libro de reciente circulación, Hijos del neoliberalismo, la periodista Ana Lilia Pérez señala que, al 31 de diciembre, cuando el rescate bancario ya estaba en manos del IPAB, la deuda neta era de 687 mil 844 millones de pesos y para diciembre, ascendía a 962 mil 289 millones de pesos. Pérez refiere que el monto que del erario —es decir los recursos públicos empleados — se ha pagado por la deuda del Fobaproa, a enero de 2023, asciende a 1 billón 280 mil millones de pesos.
López Obrador reseñó en Fobaproa: expediente abierto que la propuesta del PAN “fue crear el Instituto para el Seguro de Depósitos Bancarios en México, que más tarde, con un ligero cambio de palabras, se convirtió en el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, IPAB O Fobaproa 2”, que en el discurso sostenía que “los créditos otorgados de manera fraudulenta y vendidos posteriormente a Fobaproa no deben ser pagados por el pueblo de México; menos aún aquellos que subrepticiamente y de manera ilegal financiaron campañas políticas”.
No obstante, el 20 de agosto de ese 1998 que el PAN presentó su propuesta, Felipe Calderón, entonces su dirigente nacional, se reunió con Ernesto Zedillo para dársela a conocer. “Es obvio que desde ese momento había una concertación en ciernes del PAN con el Gobierno. Sólo se trataba de ganar a la opinión pública”, refirió López Obrador y recordó cómo se puso en marcha un promocional grabado por Vicente Fox, Gobernador de Guanajuato, quien a decir del hoy Presidente relegó a Calderón, junto a Cevallos, de las negociaciones con el Gobierno. “En los últimos días, por lo menos ésa es mi impresión, a Felipe lo hicieron a un lado y entraron Diego y Fox a amarrar todo con el Gobierno”.
CON INFORMACIÓN DE: SINEMBARGO
