“La clave para una buena administración pública es el compromiso con el bienestar de la sociedad.” – José Mujica
Lo acontecido el día lunes es una clara señal de que existe una postura firme para aplicar todo el peso de la ley a aquellas/os servidores que hacen mal uso de los recursos públicos. La detención del presidente municipal de Zacatelco es, probablemente, el inicio de una acción que se pospuso por mucho tiempo y, que, en el pasado, persistía la lectura de que estuvo sujeta a negociaciones políticas.
Durante décadas fuimos testigos de las decenas de cuentas públicas que fueron reprobadas cada año y de las nulas consecuencias para los responsables directos de la aplicación y comprobación del manejo de los “dineros” destinados para las comunidades de Tlaxcala.
Escuchar o leer en los medios de comunicación que reprobar una cuenta pública ni siquiera les provocaba la mínima inquietud para quienes con toda desfachatez desviaban o hacían mal uso del erario público, ha sido indignante.
A poner las barbas a remojar
“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar” sería una frase vigente en estos momentos y es que ¿Cuántas/os ediles estarán tronándose los dedos porque saben que podrían ser los/las próximas en recibir la visita de ministeriales con una orden de detención? La preocupación debe ser mucha, porque la situación de sus cuentas reprobadas es pública, no es un tema reservado, por lo tanto, la mirada de muchas y muchos tlaxcaltecas estarán fijos sobre la acción de la autoridad.
Sin duda, la decisión de aplicar el estado de derecho y no negociar por debajo de la mesa, es una clara señal de la postura del poder ejecutivo en aplicar la ley sin miramientos políticos. Es una muestra de que la aplicación de la justicia no distingue de colores, es una respuesta para una sociedad defraudada por décadas.
En el mejor de los escenarios
La detención del edil de la “Perla del Sur” puede representar un ejercicio didáctico en la política local para mostrar que el servicio público debe estar comprometido con la ciudadanía y que los recursos públicos deben estar sujetos a un manejo impecable, responsable y transparente.
Los cargos públicos no son puestos para el saqueo o el usufructúo personal, es la oportunidad de servir con la mayor eficiencia y ética a la ciudadanía. Lo soterrado del manejo recursos ha sido una vieja tradición que se está fracturando y con la que es necesario romper del todo. Esa es la muestra de un auténtico cambio y estamos en el contexto político idóneo. Las condiciones ideológicas y políticas que vivimos son históricas para Tlaxcala porque tenemos un gobierno que es de izquierda y de absoluto compromiso con la ciudadanía.
A pie de página
Se debe acabar con la violencia política en razón de género para las candidatas a ocupar un cargo de elección popular de cualquier partido político. Entrar en ese terreno es muy peligroso porque significa una conducta que atenta en contra de los derechos humanos de las mujeres.
Las opiniones vertidas en esta columna son única y exclusivamente responsabilidad de su autora y, no reflejan, necesariamente el enfoque editorial de esta empresa.
