La mujer de las mil vidas y los mil dramas inspiró a los Rolling Stones, pero sobre todo construyó durante su existencia una larga y compleja carrera
Marianne Faithfull, una artista inconmensurable,
Cantante, modelo, actriz, musa e icono. Y mujer tan atribulada como indomable. Marianne Faithfull, una de las figuras más complejas y brillantes de la segunda mitad del siglo XX, ha muerto a los 78 años. “Con profunda tristeza anunciamos la muerte de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull”, reza el comunicado oficial: “Marianne ha fallecido en paz en Londres rodeada de la familia que amaba. La echaremos mucho de menos”.
Corrían los años sesenta cuando una joven de Hampstead con una voz aflautada fue descubierta tras asistir a una fiesta de los Rolling Stones, donde se fijó en ella Andrew Loog Oldham, mánager de la banda durante muchos años. Su primer sencillo, As Tears Go By, escrito por Mick Jagger, Keith Richards y Oldham, conquistó el mundo y en particular a Estados Unidos, lo que la convirtió en una estrella a muy tierna edad.
Tras su matrimonio con el artista John Dunbar, con el que tuvo un hijo, inició una relación con Mick Jagger. Un vínculo tormentoso e intenso que la llevó a convertirse en la auténtica musa de los Rolling Stones, inspirando canciones como Sympathy for the Devil, You Can’t Always Get What You Want y Wild Horses, y coescribiendo Sister Morphine. Mientras tanto, Faithfull vivía al máximo la época del Swinging London, incluidos sus excesos. El final de su romance con Jagger, en 1970, marca también uno de los periodos más oscuros de su vida: sufrió un aborto, la pérdida de la custodia de su hijo y un intento de suicidio. Vivió en la calle, fue detenida varias veces (incluso en Noruega), pero en 1979 llegó su renacimiento: el álbum Broken English, impregnado de aires new wave, le valió un éxito de crítica sin precedentes.
Al mismo tiempo cultivó su carrera de actriz, debutando en 1967 en la producción londinense de Tres hermanas de Chejov y protagonizando después la película de 1968 La chica de la motocicleta, uno de sus papeles más memorables junto a Marlon Brando. Nunca abandonó su pasión por la interpretación, y en años más recientes protagonizó películas de culto como Irina Palm o María Antonieta, de Sofia Coppola. Llegaron los 80 y con ellos una impresionante producción discográfica, marcada por su experimentación y sus excelentes colaboraciones, como las realizadas con Angelo Badalamenti, David A. Stewart de Eurythmics, Billy Corgan y Beck. Su producción musical de más de 20 álbumes la ha convertido en una de las artistas más longevas y polifacéticas de la música reciente.
Mujer de mil caras y mil contradicciones, nunca ha buscado la aprobación universal, pero de alguna manera siempre ha buscado ser ella misma, más allá de las convenciones y de la adhesión a una moral predefinida: “No soy del gusto de todo el mundo, pero ahora tengo la confianza de saber que si no le gusto a alguien, no significa que no valga nada. He tenido varias caídas públicas, pero creo firmemente en el derecho de los artistas a fracasar de vez en cuando”, declaró a Vogue. Marianne Faithfull es una mujer y una artista que ha caído muchas veces, pero muchas más nos ha conquistado con su encanto, su talento y sus incansables ganas de volver a empezar.
Con información de: Vogue
